La motivación para la reducción de la disonancia se
debe a la tensión psicológica que un individuo tiene que soportar cuando su
sistema cognitivo presenta una gran disonancia o incoherencia interna. Por
ejemplo, una persona con valores y
creencias morales inculcadas desde su infancia puede verse envuelta
en acciones que él mismo rechazaría, por lo que se ve motivada a introducir nuevos
valores que justificarían su actitud: la defensa de la Patria, el evitar males mayores, etcétera.